Después de avanzar entre la densa maleza, encontramos este gran edificio.
Aunque por su cuerpo parezca una tortuga con su caparazón, puedo asegurar de que NO lo era. Pese a mi reconocida aracnofóbia, realicé esta foto, soy todo un valiente.
Ventana por la cuál pudimos acceder al interior después de abrir un hueco en la maleza.
Este habitáculo no era muy grande, pero tenia su chimenea, en cada uno de las habitaciones, había chimenea.
¿El baño por favor?, en el piso de arriba, ó ¿no le ves?
En esta foto se puede ver el estado de las vigas del suelo y la carga de escombro que hay sobre ellas. También, podemos ver parte del sótano que mostraré más adelante.
Una pequeña galería con vistas a la masa herbácea que se "come" la casa poco a poco.
Mi compi Rober observando la galeria desde su exterior.
Una pequeña pieza de cerámica con un sello peculiar.
Otra sala con chimenea. Esta sala era de grandes dimensiones.
Detalle de una de las ventanas de la casa con sus contraventanas. Ni se podía abrir por la maleza exterior.
Una sala ó habitación más y como no, con chimenea. Ya hay claros indicios de parte del colapso de la casa.
Aquí se puede apreciar, que la planta primera ya no está y el bajo cubierta tampoco. Esta zona era la más afectada.
Brandy Caballero y al fondo Campo Viejo.
Botella de cristal de Coca Cola de un litro.
En la variedad está el gusto, ¿verdad?.
Cointreau... y con solera ya.
¿El baño de arriba?, pues abajo!!
Curioso armario. En su interior tiene un agujero de unos 3 metros de profundidad hasta el sótano. Debía ser por donde la cocina del servicio subía la comida a la vivienda principal (aunque llegaba a otra cocina).
Detalle del hueco de dentro del pequeño armario.
Detalle de la parte final de abajo del hueco por donde subían y bajaban sus "cosas" del piso de arriba al sótano.
Cocina completa.
Como se aprecia en la imagen, del baño del piso de arriba, solo quedó este armario, el resto se vino abajo.
Si os fijáis bien, falta por completo la escalera desde el piso de abajo a la primera planta, además, no había ni rastro de ella. Lo cuál nos impidió poder acceder a la que quedaba en pié de la planta superior.